Te traemos los mejores trucos y consejos para que aprendas a sacarle rendimiento al sol, aprovechando su luz y calor para reducir tu consumo eléctrico: ¡sobre todo ahora, en tiempos de subida tarifaria! Sigue estas pautas y no solo mejorarás tu economía doméstica, sino que además harás tu hogar más eficiente energéticamente y por tanto, contribuirás a la buena salud del planeta: ¡Toma nota y empieza a ahorrar energía en tu hogar desde ya!
1. ¡Ventanas despejadas!
Por supuesto nuestro consejo número uno es que, para aprovechar la luz del sol, debes facilitar al máximo su entrada en casa. Trata de mantener libre de obstáculos visuales el espacio que precede a las ventanas: libéralo de muebles, especialmente si son altos y durante el día ten siempre las persianas abiertas, y las cortinas, sobre todo si son opacas, descorridas.
Otra cosa que también va a ayudarnos a ampliar visualmente nuestras ventanas es elegir siempre persianas cuyo cajón esté instalado en el interior de la marquetería, así cuando estas no estén echadas, tampoco nos restarán luz. Cuanto a los marcos de las ventanas, por supuesto un marco más fino hará que tengamos mayor cantidad de luz, pero también resultará menos aislante, por lo que decantarnos por esta opción será contraproducente: aumentaríamos nuestro consumo en calefacción y aire acondicionado.
2. Espejito, espejito… dime: ¿qué día tan bueno hace hoy?
Los espejos, además de ser un must have en decoración y un clásico atemporal que ofrece infinidad de posibilidades cuanto a colores, diseños y materiales, pueden ayudarnos a reflejar la luz del sol en algunos puntos de la casa que están más oscuros por carecer de una fuente propia de entrada de luz. Hablamos por ejemplo de los halls, recibidores y pasillos, o incluso, según el plano de tu casa y su distribución, tal vez tengas algún rincón del salón o alguna habitación que suela quedar en penumbra y necesite un refuerzo de luz artificial.
En estos casos, puedes colocar un espejo estratégicamente para que le alcance la luz del sol y pueda reflejar la luz en ese espacio. Este truco te vendrá especialmente bien si también sigues nuestro siguiente consejo.
3. ¡Todo al blanco!
La elección de la pintura también será clave, pues esta puede presentar mayor o menor luminosidad y capacidad de reflejar la luz que irradia el sol. En este sentido, y en muchos otros, pintar de blanco tu casa será un acierto seguro. Te recomendamos particularmente las pinturas a la cal, ya que son más reflectoras y además son ecológicas, biodegradables y no contienen tóxicos. Por otra parte, tienen la particularidad de refractar la luz solar, por lo que mantienen frescas las paredes, ayudándonos así a reducir nuestro consumo de aire acondicionado.
No obstante, cualquier pintura blanca te ayudará a mantener el interruptor de la luz apagado para la mayoría de tus tareas diurnas, siempre y cuando la habitación cuente con una entrada de luz natural. Por último, trata de priorizar los acabados mate: aunque pueda parecernos lo contrario, las pinturas con brillo producen más bien destellos en contacto con la luz solar, mientras que los tonos mate directamente proyectan la luz de vuelta.
Y recuerda: ¡Pintar de blanco no implica renunciar al color! Incorpora las tonalidades que más te gusten en los textiles, mobiliario y otros elementos decorativos y así podrás ahorrar sin descuidar tus preferencias estéticas.
Como ves, redistribuir los espacios, hacer pequeños cambios en la decoración o adaptar nuestros hábitos son algunos de los gestos que sin duda van a ayudarnos a reducir nuestra factura de la luz. ¡Pero aún hay mucho más! Si te han gustado estos consejos, el próximo lunes no te pierdas la segunda parte de este post.
Qué buenas ideas, no había caído en lo del espejo y la pintura blanca! Quiero la parte 2 🙂
¡Muchísimas gracias por tu comentario! 🙂 ¡Qué bien que te haya gustado!
Te contamos un secreto… la parte 2 ya casi está lista! 😉